Fotografía: Rafael de Basterra Sánchez-Rico (archivo familiar).
Rafael de Basterra, esposo de Paloma Sánchez-Rico de Terrones, descansa ya en la finca familiar, en la localidad salmantina de Matalayegua, una de las más queridas y de mayor solera del campo bravo español, «Terrones».
Persona entrañable, gran conversador y trabajador infatigable, luchó junto a su mujer para mantener viva la llama del toro bravo que, desde bien pequeño, le quemaba en su interior. En palabras de su hijo Rafael, nos deja «un caballero, amigo de sus amigos y de los que no lo eran. Y, ante todo, una gran persona, cuyos valores nos ha inculcado en casa».
La historia de este hierro se remonta a 1849, cuando la bisabuela de la actual propietaria comenzó su andadura en la cría del toro de lidia, basando la ganadería en el encaste de «Contreras», hasta 1994, cuando doña Paloma recibió, por herencia, un encaste diferente, apostando desde entonces por la rama de puro «Parladé», de donde procede de la ganadería Clairac.
Don Rafael, que ha sido su representante hasta la fecha de su fallecimiento, fue un ferviente defensor de su concepto de toro, y fue testigo de la obtención de antigüedad de la ganadería, que se produjo el año pasado, el 11 de agosto de 2024, como no puede ser de otra manera, en la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid.
Desde Real Unión de Toros de Lidia, reciban nuestro más sentido pésame sus familiares y amigos.