- El animal en relación con la ética y la ley.
- Animales, las tradiciones rurales y culturales.
- La vida y la muerte de animales, ética en las sociedades modernas
Los senadores van a pedir la reunión de una comisión de investigación parlamentaria en torno al movimiento animalista, asegurando que «el Estado no puede quedarse de brazos cruzados delante de su crecimiento». El portavoz de ese grupo de senadores, la senadora de las Landas Danielle Michel (PS), en nombre del senador Jean-Louis Carrère (PS), ha explicado en el momento de concluir el coloquio organizado en el Senado por el Observatorio de las Culturas Taurinas con el apoyo de la Unión de Ciudades Taurinas de Francia sobre el tema de «El Hombre y los animales: hacia un conflicto de civilización»: «Pediré con otros senadores una comisión de investigación parlamentaria se reúna para estudiar la realidad de este fenómeno preocupante cuyas ramificaciones y financiación se extienden por el mundo entero».
Este coloquio reunió en el Senado a los representantes del mundo taurino, del mundo agrícola y del mundo de la caza en todas sus vertientes, así como los circos.
Los ponentes denunciaron la evolución legislativa que tiende a presentar el animal como un «ser vivo dotado de sensibilidad». Según ellos, el animalismo «pretende modificar la relación entre el hombre y los animales, tales como fueron establecidos por las religiones, el humanismo y las leyes desde el principio de nuestra historia». Para ellos, existe un peligro de «ruptura entre las poblaciones que defienden el ideal humanista y las que quieren sustituirlo por la ideología animalista». «País de los derechos humanos, Francia no debe de permitir que éstos sigan siendo ofendidos» añadió el senador.
Por su parte, el presidente del Senado, Géarar Larcher (LR), declaró en su intervención: «considerar el animal como una persona tendría como consecuencia la liberación de los animales, romper la comunidad de destinos que une aquellos con el hombre, o reducir el hombre a un ser idéntico al animal, lo que no es para mi. En esto radica la diferencia con la ecología profunda, para la que la muerte de un humano no significa más que la de un animal. Hay que volver a la sensatez: existe efectivamente un conflicto de civilización entre las representaciones de Lascaux, la cultura del libro y la ecología profunda. En el fondo, añadió, no se trata del animal, pero si del lugar del hombre, es decir de saber si el hombre posee una especificiadad distinta a la de todas las demás especies. Tengo esa convicción, lo cual explica mi compromiso personal y político».
Al día siguiente, los alcaldes de las siete principales ciudades taurinas de Francia (Arles, bayona, Béziers, Dax, Mont de Marsan, Nimes y vic Fezensac), en nombre de todas las demás, se reunieron tambi én en el Senado para firmar la «Carta para las libertades y la diversidad de las culturas» que fue remitida al presidente del Senado. A través de esta carta, le piden al Estado respetar todas las culturas que forman parte del patrimonio ancestral del país, dentro de las cuales están la tauromaquia, la caza y todos los tipos de crianza.