La RAE la define como “el Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. También como el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, un grupo social”, … pero si cabe, la definición más auténtica es la popular que dice que “es el conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo”.
Y es que cultura es libertad, la libertad de crear, de ofrecer a los demás lo mejor de uno mismo, es un momento de inspiración, de euforia o decadencia, es un momento único en la vida, en un instante donde todo pasa y todo queda.
La cultura es honestidad, es la entrega de lo más íntimo sin llega a decir ni una palabra. La cultura es ética, moralidad, valores y principios llenos de autenticidad y verdad. La cultura también es belleza experimental; probar y errar, probar y acertar, probar y ganar.
La cultura es pasión y es inteligencia. Es combinar el corazón y la cabeza, al compás, con ritmo y profundidad. La cultura es un rito, un rito ancestral que nos corre por la venas y busca la forma de expresarse. Es una lección de vida que te hunde o te eleva, y que hace que los demás vayan contigo o contra ti.
La cultura es necesidad. Una necesidad humana de expresión. Es la acumulación de experiencias, de sabiduría y de sensaciones.
Por todo ello, la tauromaquia es una fuente inagotable de cultura donde esas experiencias, principios, valores, manifestaciones artísticas o incluso su singular vocabulario forman un conjunto único que ayuda a contar la historia de una nación.
La tauromaquia gira en torno a la libertad de todo individuo de elegir sobre el derecho inalienable y constitucional de tener una libertad de culto. Los toros son parte de nuestra cultura y son un contenedor de sensaciones y valores por parte del toro y el torero. El toro lucha por su vida con el principio de la bravura, de la casta y la verdad y el torero calma esa agresividad dentro de un ritual que se convierte en una danza entre la fiereza y la razón.
Quiero aprovechar esta posición para pedir a los políticos ahondar más en los valores que transmite la tauromaquia y que están tan ausentes en la sociedad actual. Su apoyo sin complejos es fundamental para el desarrollo democrático en la libertad de elegir y que de no ser así provocará un revés en las raíces de todo pueblo y cultura. Luchemos por nuestras libertades todos juntos.
Muchas gracias.