El toro ‘Ingrato’ de la ganadería ‘Toros de Parladé’ se ganó el perdón de su muerte el domingo en la histórica corrida de toros que se celebró en el Coliseo romano de Nimes donde José Tomás en solitario cortó once orejas y un rabo.
‘Ingrato’ fue un extraordinario astado, bravo, de gran nobleza y calidad. Un José Tomás excelso lo toreó al natural con el capote y sin ayuda con la muleta. Un toreo para emocionarse que invitaba a soñar.
El toro se lidió en cuarto lugar, herrado con el número 31, de 510 kilos, y que según declara el ganadero D. Juan Pedro Domecq Morenés, a www.mundotoro.com, llega esta tarde a la finca.
D. Juan Pedro se muestra ‘muy contento de que este toro haya contribuido a una de las grandes faenas de ese genio que es José Tomás, un torero artista, trágico, y una faena de época de una figura de época’, así lo cuenta en www.mundotoro.com. Y expresa su definición de bravura ‘Como bien decía mi abuelo, la bravura es hasta el final, es luchar hasta al muerte y este toro fue a más siempre hasta su muerte y cuanto más se le exigía, mas dio y eso es lo que hace a los toros grandes. Ingrato embistió con ganas, con ansia, con fijeza, con clase, con nobleza y ritmo, y todo eso le permitió a Jose Tomás expresar todo lo que este genio lleva dentro’.
Desde la UCTL transmitimos nuestra enhorabuena la ganadero por contribuir a formar parte de la historia de esa corrida de toros.