Comunicado de prensa de la Unión de Criadores de Toros de Lidia
Madrid, 23 de marzo 2012
La crianza del toro de lidia es la más costosa de todas las producciones animales. Esto es debido en gran medida a su largo ciclo de producción que llega a alcanzar los cinco años, y además, está condicionada por multitud de factores externos que la transforman en la producción animal más laboriosa, sacrificada y sujeta a mayor número de incertidumbres.
La crisis económica ha provocado una disminución muy importante en el número de espectáculos taurinos. En la temporada 2011 se celebraron entre España y Francia 1.306 festejos mayores. Esto supone una pérdida del 43 % frente a los festejos celebrados en 2007, con las nefastas consecuencias que esta situación ocasiona a los criadores de toros de lidia, que planifican su producción con cinco años de antelación y, por tanto, no pueden ajustar su oferta a la demanda actual.
A la recesión económica hay que unirle una prolongada situación de sequía que ha obligado a los ganaderos, ante la ausencia de pastos durante el otoño e invierno pasados, a suplementar de forma extraordinaria con piensos y forraje la alimentación de la mayor parte del ganado (vacas y animales de recría). Esta circunstancia ha incrementado los gastos de alimentación anuales del ganado en más de un 38%.
Pero, es más, la sequía más aguda de los últimos 50 años ha producido daños irreparables en la cosecha de los cereales de secano de otoño-invierno y las heladas de los primeros días de febrero y los fuertes vientos contribuyeron a secar aún más el campo, por lo que la producción de forraje se verá muy mermada. Además, hay que sumar la carestía de los piensos y del forraje, cuyos precios están en constante aumento al igual que el del gasóleo, que marca récord histórico.
Por tanto, en este escenario de exceso de oferta y disminución de la demanda y de incremento de los costes de producción, los ganaderos tendrán que afrontar una de las temporadas más duras de la historia de la Tauromaquia.