Según informa el diario El País en su edición de hoy, la próxima temporada será la última en la que se vean toros en la Monumental de Barcelona. La empresa, dueña del inmueble, Grup Balañá, habría decidido cerrar la emblemática plaza en 2008 para la organización de espectáculos taurinos. Aunque los dueños aún no han hecho declaraciones, al parecer la razón sería las pérdidas registradas en los últimos años.
El segundo teniente de alcalde de Barcelona, el republicano Jordi Portabella, se ha congratulado de ello y ha declarado al diario El País los posibles usos que podrían aplicarse al recinto taurino con capacidad para 18.000 espectadores. A nadie se le oculta que la satisfacción de Portabella se debe a su profundo antitaurinismo, algo que también comparte el grupo político Iniciativa Per Catalunya (Izquierda Unida), socios del Partido Socialista en el consistorio barcelonés.
Estamos sin duda ante una pésima noticia, con la posible falta de festejos taurinos en Barcelona a partir de 2008, la Fiesta perdería a uno de los estandartes y referentes más importantes que tuvo durante muchos años, siendo testigo de hechos históricos desde que a comienzos del siglo XX (1913) comenzara su actividad.