Real Unión de Criadores de Toros de Lidia

Nota de prensa de la ponencia: La economía de la fiesta

Enrique Garza presenta una ponencia sobre la economía de la fiesta taurina


Enrique Garza, Secretario General de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET), en su ponencia “La economía de la fiesta” ha achacado el momento difícil que atraviesa la economía de la fiesta a seis razones: el intervencionismo político, la falta de sensibilidad administrativa, la excesiva endogamia del sector, la incongruencia recogida en el art.2.7 de la ley del IVA, el bloque de espectáculos taurinos como consecuencia de la aplicación del Real Decreto 260/2002 de 8 de marzo, así como a la mala organización de las relaciones laborales.

Garza señaló el intervencionismo político en plazas de titularidad pública, que en muchos casos (como es el de la Diputación provincial de Valencia), establece control de las ganaderías, los precios o el número de espectáculos.

En cuanto a la falta de sensibilidad administrativa, ha argumentado el hecho de que “la fiesta taurina sea a menudo utilizada por los políticos para su proyección personal en momentos determinados”.

Otro de los problemas indicados ha sido la excesiva endogamia del sector, haciéndose necesaria la introducción del sector taurino en el tejido económico -social español.

El Secretario General de ANOET, calificó de incongruente el art.2.7 de la ley del IVA, que no tipifica como tipo reducido la entrada a corrida de toros y sin embargo, sí lo hace con la entrada a otros festejos taurinos como novilladas.

En lo relativo a la producción y comercialización de carnes de reses, el Real Decreto 260/2002 de 8 de marzo, ha apreciado una derivación de ésta en un bloqueo importante de espectáculos taurinos. Ya que, según argumenta, para obtener autorización es necesario presentar, previamente, un contrato con la sala de tratamiento que va a recibir el ganado lidiado. Así, debido a la escasez de salas de tratamiento, las empresas privadas que las gestionan, “se convierten en monopolios que controlan el precio de la carne”, repercutiendo en la creación de beneficios tangenciales ajenos al sector.

Por último, Garza ha hecho mención a lo que califica de “pésima regulación en las relaciones laborales entre el matador de toros y el empresario, y a un sistema de cotización de la Seguridad Social que desajusta el cálculo y análisis previo a la política de costes de la empresa”.