Los aficionados creen necesario mejorar la promoción y fomento de la fiesta
José Luis Moreno Manzanaro, Presidente de la Unión de Abonados, Antonio Tejerina, en representación de la peña Los de José y Juan, Olivier Baratchart, responsable de asuntos taurinos del Ayuntamiento de Bayonne y Leopoldo Sánchez Gil, presidente del Club Cocherito de Bilbao, dirigidos por Fernando Masedo, Presidente de la Federación de Escuelas de Tauromaquia, han abordado “el papel de los aficionados y abonados taurinos”, en un debate que ha servido para inaugurar la jornada de hoy.
Cada uno de ellos, desde su experiencia y relación con el mundo taurino, han establecido pautas de mejora para la regeneración de la fiesta de los toros. Moreno Manzanaro, desde su papel de aficionado y dirigente asociativo (representando a nueve uniones de abonados), ha aportado una visión sincrética de cultura taurina, que debe sustentarse, según él, en la tradición y el progreso. Ha reivindicado el papel protector de los abonados en la fiesta. Manzanaro ha pedido que los lidiadores, ganaderos y aficionados respeten los derechos del toro, también pidió la adaptación de los estatutos de las asociaciones para el afianzamiento y progreso del espectáculo.
Por su parte, Antonio Tejerina, se ha referido a la situación de amenaza que actualmente atraviesa el mundo del toro y en la que todos coinciden. También ha aludido a aquella “amenaza interna”, proveniente de los “mal llamados aficionados taurinos”. Ha hablado de la necesidad de una “ética de la tauromaquia”, aplicables al toro (bravos y con casta), al torero (clásico y de arte puro), a la crítica (informadora, honesta e independiente), al presidente de los cosos taurinos (que cumpla y haga cumplir el reglamento taurino) y al aficionado (exigente pero educado).
Olivier Baratchart, expuso las actuaciones llevadas en Francia en defensa del espectáculo de los toros, en un país donde solo una cuarta parte de la población es taurina. Ha destacado el buen hacer de las Comisiones Taurinas, en las que se da cabida a aficionados, políticos y profesionales taurinos; la política de lucha contra los antitaurinos, basada en la tolerancia educativa; el apoyo a las Escuelas Taurinas que abren sus puertas también a los aficionados y les acerca al mundo interno del toro; y las importantes acciones de promoción dirigidas a la juventud, han sido los argumentos más destacados de su intervención.
Por último, Sánchez Gil, como presidente del Club Cocherito de Bilbao, ha apuntado la escasa repercusión de la fiesta en los medios públicos y en la publicidad. Señaló también la conveniencia de una implicación mayor de la administración pública en los espectáculos taurinos a los que graba excesivamente con cargas económicas y olvidando el vestigio cultural que éstos representan, pero también de los empresarios, que escasamente invierten en la mejora y conservación de la fiesta.
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