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El Toro según… Paco Camino
Todo pasa, nada permanece. Algo así dijeron los presocráticos, cuyos asertos más estimables aún seguían conservando aquella parte de mito, que después marcaría el paso entre éste y el logos. Pero ni el mito (Dios) ni el logos (Verdad) son partes exactas que expliquen en toda su extensión los sentimientos irreproducibles en que deriva la Fiesta, mientras existan, entrelazados, alma, entendimiento y retina. De hecho en el toreo existen teorías anacrónicas: filósofos, como el Sócrates de San Bernardo, y máximas kantianas, muy próximas a la razón pura, como las de don Francisco Camino.
Paco Camino sigue poseyendo, en parte, esa mirada avispada y sagaz que inspiró el sobrenombre con que cariñosamente se le conoce aún hoy: el niño sabio de Camas. Aunque su tez, mucho más morena, y su cabello, platino y bien cuidado, puedan decir lo contrario quizás Camino, y permítaseme la licencia, sea de los pocos toreros no pasados de fecha, pues su tauromaquia reposa actualizada, como si el toreo no hubiese cambiado y, sin embargo, el toreo, al igual que la vida, evolucionaron. Y también ha cambiado entre otras razones porque el maestro de Camas ha visto cómo el mundo del toro ha recordado durante el presente ejercicio el calibre que tuvo la Figura torera de Paco Camino. Figura, o figurón, más bien, del toreo, considerado por todos sus compañeros, ganaderos, empresarios, apoderados, periodistas y aficionados, que ha cumplido 41 años desde que tomara la alternativa en Valencia y 40 desde que la confirmara, el día del Pilar, en la Plaza de Las Ventas de Madrid.
¿Qué siente hoy al ver cómo todo el mundo del toreo decide refrescar, cuarenta años después, la memoria colectiva sobre Paco Camino?.
Es muy bonito porque sientes que permaneces en la memoria de tus compañeros y de los aficionados. Además es bonito para mí que la juventud vea complacida todo ese interés que viene expresando en estos últimos años por la Fiesta Nacional. Yo destaco este sentimiento por encima de lo demás, es lo que más me gusta. El que me recuerde la gente de mi época es más normal.
¿Cree que la afición va recuperándose, que existe tirón entre la juventud?.
Es evidente que si la gente joven no ocupa el lugar que queda vacante, la Fiesta terminaría por desaparecer. Si no hubiera habido incorporaciones la Fiesta ya habría desaparecido. Pero debemos luchar para que la juventud siga introduciéndose en el mundo del toro y llene las plazas. Ese sería un buen síntoma de que la Fiesta va bien y, para mí, es el reto más importante.
Usted, ya en sus comienzos, y a una edad muy temprana, tenía una auténtica legión de partidarios, de seguidores. ¿Qué cree usted que ha cambiado en el comportamiento y pasión con que se seguía a un torero respecto a nuestros días?
Había una serie de personas muy identificadas que me seguían. Recuerdo a personas, como fue el caso de un señor mayor, que me seguían durante toda la temporada y, si toreaba setenta corridas, me veían como alrededor de cincuenta tardes. Generalmente se trataba de gente mayor, aunque también no olvido todas aquellas personas, de todas las edades, que me seguían en tren desde Barcelona, Bilbao, Zaragoza… en fin desde diversas partes de España. En cuanto a lo que decía, sí que antes, por lo que se puede ver hoy, te seguía más la gente.
¿Era un comportamiento más romántico?.
Claro que sí, porque durante mi época yo no conocía a mis seguidores. Eran muchos y lo hacían desde el anonimato. Hoy no, hoy te siguen y el propio torero los conoce.
Es este cambio deben haber influido los medios de comunicación.
Así es, pero tampoco había tanta diferencia en cuanto al poder de la prensa. Ya durante los años 60 los medios de comunicación poseían un poder informativo importante. Lo que sucede es los tiempos hacen que todo evolucione, pues la prensa llega hoy con inmediatez, cosa que antes no. Por ejemplo, en pocos minutos sabes hoy, a través de un teletipo, la ficha del festejo y su resultado. Sin embargo, lo que ha cambiado es el público. Hoy hay más público que aficionado, cosa que antes sucedía al contrario. En el mundo del toro había un número mayor de aficionados, y buenos.
Santa Coloma
Usted dijo recientemente en un coloquio celebrado en Almería que el encaste ideal es el de Santa Coloma…
Es la madre de las ganaderías. Lo de Ibarra, lo ibarrón, es la madre de todas estas ganaderías… Conde de la Corte, Santa Coloma. Y ya dentro de los cruces, Santa Coloma ha tenido, para mi gusto, más chispa que otras ganaderías aunque también ha dado toros más listos que ninguna otra; además, el toro se ha definido mucho antes que ninguno, siendo el malo el peor y el bueno el mejor que pueda verse. Por su comportamiento, el toro de Santa Coloma no era un toro que pudiera ser sobado tanto como, por ejemplo, el del Conde de la Corte, Juan Pedro… todos ellos vía Tamarón. Yo creo que es más dócil este tipo de toro que el de Santa Coloma.
También otras derivaciones, Vega – Villar…
Claro, era todo Santa Coloma.
… Inclusive, maestro, un tipo de encaste como el de Contreras.
Otro encaste que era maravilloso. La desaparición de este tipo de encastes fue debido a la exigencia de los públicos. Ya desde el año 60 se notó ese giro en cuanto a la exigencia. Éste (el de Contreras) era un toro con poquita cara, pero muy fiero y similar, en su embestida, al de Santa Coloma puesto que tenía ese picante y definición desde que salía.
De lo de Santa Coloma, que línea le gustaba más: Coquilla, Buendía, Vega – Villar, Graciliano…
Según. A mí me iba más lo de Buendía línea ibarreña. Éste era un toro más basto de pitones, más noblón…
Aun siendo noble, yo he podido leer que humillaba menos que lo proveniente de Saltillo, ¿qué hay de cierto?
No es cierto. Todos los toros humillaban mucho, fueran de lo que fueran. Aunque ya en mi última etapa no era así. Le hablo de los años 60, 61, 62… donde la mayoría de los toros embestían; si bien, e incidiendo en Santa Coloma, lo de Saltillo lo tenía Buendía para el momento donde tenía que echarle un poquito más de raza, tiraba un poquito del fuego de lo de Saltillo.
Hoy el toro de Santa Coloma, que no es el caso de los saltillos (encaste Albaserrada), humillan menos y además han desaparecido de las plazas de postín. Apenas vemos cuatreños en plazas de primera, conformándonos con alguna que otra novillada, ¿a qué es debido?
Porque han agrandado el toro de tal manera que lo de Buendía no admite el peso de las corridas de toros de ahora. Por poner un ejemplo: Málaga; allí se exigen corridas de toros con 520 kilos de media y dos pitones muy grandes, cuando este toro es pequeño: 460 ó 480, bajo, de tamaño mediano y las caras muy bonitas.
Torero y Ganadero
Algo que siempre hemos tenido claro es que su toro ideal es el de Santa Coloma, pero, nos podría decir una faena con la que se quede usted.
Me quedaría con muchas.
Atrévase a decirnos dos o tres.
Son tantas… pero le diré una que hice en Talavera de la Reina (Toledo) a un toro de Felipe Bartolomé (encaste Buendía) que fue muy del gusto mío; luego en América he toreado toros muy, muy bien; en Maracay le perdonamos la vida a un toro extraordinario, en Guadalajara (Méjico) cuajé dos toros muy bien, en fin… y todo procedente de Santa Coloma.
Por eso, cuando usted se hizo ganadero (hierro aspirante de la U.C.T.L.: «Los Camino», ver Catálogo 2002) decidió formar la ganadería con vacas santacolomeñas, ¿verdad?
Correcto.
Y según dicen, sale bueno.
(Sonríe). Lo intento, y si salen malos, peor para ellos porque los mato. Pero la media es normal. Yo soy ganadero que no lleva libros, los llevo en la cabeza, es decir, si sale una becerra que me gusta, la apruebo; si sale mala la mato, algo similar con la dudosa, que la dejo un día y ya al día siguiente no tengo duda alguna de lo que tengo que hacer. Por eso las vacas aprobadas tienen que estar bien hechas porque hay mayor número de probabilidades de que embista de aquella que no lo está. Y ello se refleja, por último, en el toro. El toro de Santa Coloma bien hecho tiene que embestir a la fuerza, en cambio si le pones una cuarta más de lo normal de su alzada y más desarrollo de cornamenta de lo normal, ese toro es muy difícil que embista.
Parece que le preocupa recuperar la morfología del toro de su época…
Por supuesto. Y si me embiste alguna vez algo bueno es gracias al tipo, porque no se lo he cambiado.
¿Para cuando veremos una novillada o corrida en plazas de primera?
Uy, eso es imposible. Yo no aguanto a los veterinarios que me digan… este sí, este no. Es muy duro preparar una novillada bonita para Madrid, llegar al reconocimiento y que te echen para atrás este o el otro
Se conforma entonces con los festivales y alguna novillada picada en plazas portátiles.
Sí, así es.
Sin embargo, su prestigio es mucho mayor. José Chafik, por ejemplo ha ido a su casa a comprarle, ¿no?
Se ha llevado cosas buenas porque durante tres años seguidos ha comprado las camadas de añojas, por eso lo que le ha salido está embistiendo muy bien, y yo me alegro por él.